Solo los mundos intimistas pueden llegar a ser tan inmensos como una pintura de Dalí, un ensayo de Hemingway, o una canción de los Rolling Stones... No sabemos casi nada de nosotros. Por suerte.
Solo los mundos intimistas pueden llegar a ser tan inmensos como una pintura de Dalí, un ensayo de Hemingway, o una canción de los Rolling Stones... No sabemos casi nada de nosotros. Por suerte.