Si tengo que comparar a la vida con algo cotidiano para poder entenderla, indudablemente mi elección será un camino; un camino que nos lleva hacia un supuesto colectivo, un camino individual que si queremos, debemos recorrer, o dejar que la bestia -nuestra bestia- nos devore. Caminos hay infinidad y todos se conectan con otros nuevos; pero todos ellos desembocan en el mismo lugar. La muerte. Así y todo, por razones propias muchos decidimos seguir adelante, llevar a cabo nuestras metas, procrear y traer al mundo a un ser irremediablemente condenado a la muerte; y entonces me pregunto: ¿Cual es el fin de recorrer el camino si la culminación de todo será tan trágica? Para responder esta pregunta habría que descifrar primero el gran enigma: ¿Que es la Muerte?
